En el relato de la Pasión de Cristo, especialmente en los momentos en que Jesús es llevado ante Pilato y luego ante Herodes, se revela una profunda injusticia y un desprecio por la verdad. Pilato, al interrogar a Jesús, declara que no encuentra culpa en Él (versículo 4), lo que pone de manifiesto la falta de fundamento en las acusaciones que se le hacen. Este momento es crucial, ya que nos invita a reflexionar sobre cómo a menudo la verdad es ignorada o silenciada en favor de intereses personales o sociales.
La insistencia del pueblo en liberar a Barrabás, un criminal, en lugar de a Jesús, resalta la desviación moral que puede surgir en una multitud cuando se deja llevar por la emoción y la manipulación. Este clamor por la crucifixión de Jesús (versículo 21) es un recordatorio de cómo, en momentos de crisis, la humanidad puede elegir el camino de la oscuridad en lugar de la luz.
La crucifixión misma es el punto culminante de este relato, donde Jesús, en su agonía, pide perdón por sus verdugos (versículo 34). Este acto de misericordia y amor incondicional es el corazón del mensaje cristiano: a pesar del sufrimiento y la traición, Jesús elige el perdón. Nos desafía a considerar cómo respondemos ante la injusticia y el dolor en nuestras propias vidas.
Además, el diálogo entre los dos criminales crucificados junto a Jesús (versículos 39-43) nos ofrece una poderosa lección sobre arrepentimiento y redención. Uno de ellos reconoce su culpa y pide a Jesús que lo recuerde en su reino, y Jesús le responde con una promesa de salvación. Este momento nos recuerda que nunca estamos fuera del alcance de la gracia divina, sin importar nuestras circunstancias o decisiones pasadas.
Finalmente, la muerte de Jesús y la reacción del centurión (versículo 47) subrayan la justicia y la verdad que emergen incluso en medio de la oscuridad. La declaración del centurión, quien reconoce la justicia de Jesús, nos invita a abrir nuestros corazones a la revelación de quién es realmente Cristo, incluso cuando el mundo parece estar en caos.
En resumen, el relato de la Pasión no es solo una narración de eventos trágicos, sino una profunda catequesis sobre la injusticia, el perdón, la redención y la gracia de Dios. Nos llama a vivir en la luz de la verdad, a elegir el amor sobre el odio, y a recordar que, a través de la muerte y resurrección de Cristo, se nos ofrece una nueva vida llena de esperanza y propósito.