El Libro de Sofonías nos ofrece una profunda reflexión sobre el juicio y la misericordia de Dios. Este profeta, descendiente del rey Ezequías, nos habla en un tiempo de gran agitación, en medio de las reformas del rey Josías. Su mensaje central es sobre el Día del Señor, un día de juicio que está por venir. Sin embargo, en medio de esa advertencia tan dura, hay una promesa de esperanza. Porque aunque el juicio será severo, siempre habrá un remanente, un pueblo humilde que buscará refugio en Dios.
El profeta no se limita a advertir a Judá, sino que extiende su mensaje a las naciones vecinas: Filistea, Moab, Amón, Etiopía y Asiria. Incluso la orgullosa Nínive, capital de los asirios, será derribada. Pero en medio de estas advertencias, Sofonías también nos invita a la humildad: “Buscad al Señor, todos los humildes de la tierra”. Es un llamado lleno de ternura, donde se nos recuerda que aquellos que buscan a Dios con un corazón arrepentido encontrarán en Él un refugio seguro.
Al final, el libro nos da una visión gloriosa de restauración. Jerusalén será purificada, la alegría volverá a sus calles, y Dios mismo se regocijará sobre su pueblo. Qué hermoso es pensar que, aun en tiempos de juicio, siempre hay lugar para la restauración y la misericordia de Dios. En este libro, el nombre del profeta, Sofonías, que significa “escondido por el Señor”, nos recuerda que el Señor es nuestro refugio en tiempos difíciles.
El Libro de Sofonías es una poderosa invitación a reflexionar sobre nuestras vidas y a buscar al Señor con humildad, sabiendo que en Él siempre encontraremos esperanza, aún en medio del juicio.