El pasaje de Gálatas 2:11-21 es un profundo testimonio de la lucha por la **integridad del evangelio** y la **justificación por la fe**. En el contexto de la iglesia primitiva, Pablo se enfrenta a la hipocresía de Pedro, quien, a pesar de haber recibido la revelación de que el evangelio es para todos, se retracta y se separa de los gentiles por temor a los judaizantes. Este acto no solo pone en riesgo la unidad de la iglesia, sino que también contradice el mensaje central del evangelio: que **Cristo ha liberado a todos** de las obras de la ley.