En el pasaje de , el apóstol Pablo nos invita a reflexionar sobre la profunda relación que tenemos con Dios y la responsabilidad que esto conlleva. En el versículo 1, Pablo nos advierte que no debemos recibir la de Dios en vano. Este llamado a la acción es un recordatorio de que la gracia no es solo un regalo, sino una de acuerdo con la voluntad divina.